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Uso indebido de fármacos antipsicóticos en asilos de ancianos desenfrenado

Gran cantidad de asilos de ancianos aquí en Texas no tienen suficiente personal, lo que crea una situación en la que las enfermeras están demasiado limitadas en las actividades. Muchos de los residentes tienen problemas de salud mental que requieren mucha atención y pueden ser difíciles de tratar. La persona común esperaría que los hogares solo contrataran enfermeras adicionales para realizar parte del trabajo, pero en la práctica, los hogares de ancianos han optado por una solución más barata y siniestra.

En promedio por semana en los EE. UU., casi 200.000 residentes de hogares de ancianos con Alzheimer o demencia reciben medicamentos antipsicóticos. Estos medicamentos se crean para tratar o controlar los síntomas de diversas formas de esquizofrenia, trastorno bipolar, agitación y trastornos psicóticos, que difieren mucho del diagnóstico que tienen estos pacientes. Los beneficios de este uso no indicado en la etiqueta son “débiles” para el paciente y la FDA ha advertido explícitamente contra su uso de esta manera. Según Human Rights Watch, “el efecto sedante de las drogas, más que cualquier beneficio médico previsto, con demasiada frecuencia impulsa la alta prevalencia de su uso en personas con demencia. Los fármacos antipsicóticos alteran la conciencia y pueden afectar negativamente la capacidad de un individuo para interactuar con los demás. También pueden facilitar que las instalaciones con poco personal, con trabajadores de atención directa no capacitados adecuadamente en el cuidado de la demencia, administren a las personas que viven allí”. A menudo, estos pacientes reciben poca o ninguna información y oportunidad de dar su consentimiento para un medicamento tan peligroso que tiene una conexión directa con la mortalidad. HRW continuó diciendo: “El uso de drogas como medio de restricción química, para comodidad del personal o para disciplinar o castigar a un residente, podría constituir abuso según el derecho interno y trato cruel, inhumano y degradante según el derecho internacional”.

Aunque el gobierno federal y muchos estados tienen leyes para proteger a los ciudadanos de tal abuso, la regulación es débil al igual que los castigos. En cambio, el castigo por estas acciones a menudo se presenta en forma de una demanda que aún no es un elemento disuasorio suficiente.

Fuente:

https://www.hrw.org/report/2018/02/05/they-want-docile/how-nursing-homes-united-states-overmedicate-people-dementia

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