Una exposición de “60 Minutos” ha encontrado que las compañías de seguros de vida no están pagando millones de beneficios de pólizas merecidos. Pocas personas conocen un grupo de acuerdos por valor de $7.25 mil millones que involucran a 25 de los mayores proveedores de seguros de vida, aunque afecta a una gran parte de la sociedad. Se llegó a ella después de que el tribunal dictaminara que las empresas no pagaron a los asegurados que tenían derecho a los beneficios. Estas 25 empresas, y otras 35 que no llegaron a un acuerdo, estaban privando sistemáticamente a sus clientes de sus beneficios de una manera aparentemente inofensiva pero realmente dañina. En la mayoría de los casos, la familia del titular de la póliza no sabía que tenía derecho a recibir los beneficios después de la muerte del ser querido. Esto es mucho más común de lo que la gente piensa y, por lo tanto, no presentaron un reclamo, lo que resultó en una compensación. Las empresas afirman que su política es distribuir la compensación solo si el miembro de la familia presenta una reclamación. Por lo tanto, las empresas saben que su titular ha fallecido (a menudo cuando reciben el certificado de defunción), pero optan por ignorarlo hasta que alguien presente un reclamo en su nombre. Esta práctica se ha llevado a cabo en todo el país durante décadas, lo que ha tenido como resultado que millones de personas sufran efectos negativos y que las empresas codiciosas se queden con miles de millones de dólares para sí mismas. Las empresas involucradas son empresas grandes y populares como John Hancock, MetLife y Prudential. Los cabilderos de las empresas afirman que la responsabilidad de reclamar es del titular porque firmó un contrato en el que debe reclamar para recibir los beneficios. Estas cláusulas en el contrato no siempre se cumplen para las empresas en los tribunales y algunos estados, como Florida, tienen estatutos que dicen que la empresa debe investigar la situación si creen que su cliente ha muerto. Hay miles de historias de la compañía que recibió el certificado de defunción y no actuó en consecuencia. Estas empresas siguen las regulaciones estatales (no federales) y en gran medida funcionan sin control en sus prácticas. Con sus grandes cuentas bancarias, pueden influir desproporcionadamente en cómo las políticas públicas los afectan y, como resultado, a menudo se aprovechan del consumidor.
Nos gustaría ver que las empresas tengan que seguir regulaciones más estrictas y ser monitoreadas más de cerca en un intento de proteger al público. Por lo general, nuestros clientes tienen muy poca influencia en las negociaciones con estas empresas monstruosas y, por lo tanto, reciben un trato injusto. Estas corporaciones a menudo están en el negocio de ganar dinero, no de ayudar a sus clientes. O como dijo uno de mis profesores: “Las compañías de seguros están en el negocio de cobrar primas, no de pagar beneficios”.
Lea su historia completa aquí:
http://www.cbsnews.com/news/60-minutes-life-insurance-investigation-lesley-stahl/
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