Si tiene un ser querido que pronto necesitará colocar en un hogar de ancianos o en un centro de vida asistida, probablemente quiera hacer todo lo que esté a su alcance para asegurarse de que la atención que recibirá en última instancia sea de primera categoría. Lamentablemente, sin embargo, muchos hogares de ancianos sufren de falta de personal crónica, y esto puede tener un efecto considerable en el nivel de atención que recibirá su ser querido.
Según NursingHomeAbuseGuide.org, el problema de falta de personal en residencias de ancianos es tan frecuente en Estados Unidos que afecta a más del 90 por ciento de los hogares de ancianos del país.
Causas fundamentales de la falta de personal
Hay varios factores que influyen en la falta de personal en los hogares de ancianos, y uno de ellos tiene que ver con los costos de mano de obra. Debido a que los residentes de hogares de ancianos requieren atención regular las 24 horas del día, los costos laborales en tales instalaciones son altísimos. Sin embargo, muchas instalaciones intentan reducir costos empleando el número mínimo de profesionales médicos y haciéndolos asumir más tareas y deberes de los que podrían ser apropiados.
Algunas instalaciones también tienen dificultades para pagar salarios adecuados a sus médicos y enfermeras, y esto es particularmente cierto en las zonas más rurales. Los bajos salarios, combinados con las largas jornadas y el entorno a menudo estresante de los asilos de ancianos y los centros de cuidados continuos, solo exacerban el problema de la falta de personal.
Consecuencias de la falta de personal
Cuando el personal de un asilo de ancianos se esfuerza demasiado, pueden surgir muchos problemas. Por ejemplo, si los miembros del personal sufren agotamiento o fatiga, es más probable que cometan errores que pueden afectar la calidad de la atención de su ser querido. Por ejemplo, el agotamiento puede hacer que un profesional médico omitir cambios en la condición de un paciente que él o ella normalmente puede captar. Del mismo modo, el agotamiento y la fatiga también pueden provocar errores de medicación, que pueden resultar extremadamente peligrosos e incluso potencialmente mortales.
Los trabajadores de hogares de ancianos demasiado cansados o con exceso de trabajo también pueden a veces descargar su frustración en los pacientes en forma de abuso o negligencia. En algunos casos, es posible que su ser querido no reciba alimentos, cambios, lavados regulares o lo que sea, si los miembros del personal tienen demasiado que hacer. Además, muchos residentes deben tener supervisión cuando usan el baño, se duchan, etc. para reducir el riesgo de una caída, pero los hogares de ancianos con poco personal no siempre tienen suficientes miembros del personal disponibles para vigilarlos.
En resumen, el personal agotado y con exceso de trabajo tiene más probabilidades de cometer abusos, ya sea intencionalmente o no.