SAN ANTONIO - Los funcionarios estatales publicaron varios informes que detallan las violaciones encontradas en un hogar de ancianos local donde 18 residentes y un miembro del personal murieron después de ser diagnosticado con COVID-19.
Según el informe, publicado por la Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas, analizó 14 quejas y 12 incidentes informados en el sureste de enfermería y rehabilitación.
La investigación realizada por funcionarios estatales en mayo encontró que la instalación no cumplía con las reglas locales y estatales en varias categorías, incluida la calidad de vida, la calidad de la atención, control de infección, farmacia y derechos de los residentes.
Los investigadores encontraron en al menos un caso que los miembros de la familia nunca fueron informados del diagnóstico de COVID-19 de un paciente.
“No todos los residentes competentes y/o partes responsables fueron notificados de su estado positivo de COVID-19 según la orden emitida por la Ciudad”, indica el informe.
En varios otros casos, a los empleados se les permitió continuar trabajando incluso mientras esperaban los resultados de sus pruebas de coronavirus.
“La política de la instalación para COVID-19 decía que si el personal estaba enfermo, debían aislarse en casa. Según las entrevistas, esto no ocurrió”, según las evaluaciones de los investigadores.
En total, 74 residentes y 28 miembros del personal eventualmente darían positivo en la instalación. Diecinueve, incluidos 18 pacientes residentes y un miembro del personal, murieron.