Muchos residentes de San Antonio toman medicamentos recetados o de venta libre. La Academia Estadounidense de Médicos de Familia dice que cuatro de cada cinco adultos estadounidenses lo hacen cada semana. No sólo eso, sino que un tercio de los adultos también toman cinco o más medicamentos al mismo tiempo. Se puede ver cómo esto abre el camino a eventos adversos relacionados con los medicamentos, que pueden terminar en lesiones o incluso la muerte. Sin embargo, al seguir cinco consejos para prevenir reacciones adversas a los medicamentos, los pacientes pueden minimizar el riesgo de errores.
Todo comienza con usar correctamente la medicación. Si una pastilla no es masticable, se deben seguir estas instrucciones. Para tomar la dosis correcta, se debe utilizar una cuchara medidora o una jeringa en lugar de cubiertos comunes. Los siguientes dos consejos están estrechamente relacionados con esto: conocer la dosis y ser honesto acerca de su peso y altura. Los niveles de dosis difieren entre adultos y niños, así como según los atributos físicos de las personas.
Los pacientes deben mantener una lista precisa y actualizada de todos los medicamentos que toman. Pueden presentar dicha información a los médicos para que no les receten nada que pueda causar una interacción dañina. También puede ser aconsejable utilizar la misma farmacia para las recetas. Por último, los pacientes deben programar citas de seguimiento. Algunos efectos adversos, como el daño hepático, sólo pueden identificarse mediante pruebas de laboratorio.
La víctima de un efecto adverso de un fármaco podría buscar una caso de negligencia medica, pero querrán saber qué implica ese paso. Deben probar varias cosas, como el incumplimiento por parte del médico de un estándar de atención médica generalmente aceptado. Además, la víctima debe demostrar que siguió todas las instrucciones del médico. Antes de comenzar, es posible que la víctima desee consultar a un abogado. El asesor legal podría ayudar con todas las negociaciones.