La palabra “abuso” muchas veces trae aparejada la imagen de violencia física. Si bien es correcto que la violencia física es un tipo de abuso, el término abarca mucho más. Otros tipos de abuso incluyen, además del físico, emocional, sexual, financiero, de confinamiento, privación o abandono.
Si usted o su familiar adulto mayor residen en un asilo de ancianos, el abuso puede venir de parte de otros residentes o los mismos empleados del hogar. La aparición de alguna de las señales (enlace en inglés) descriptas a continuación de forma aislada no implica que exista abuso, pero sí indica que hay que estar alerta a la suma de estas o repeticiones.
Señales de abuso físico
Estas pueden incluir:
- Moretones, cortes y otras heridas o golpes
- Deshidratación
- Pérdidas de peso abruptas
- Falta de asistencia en necesidades diarias basicas y necesidades medicas
- falta de higiene
Señales de abuso emocional
El abuso emocional puede manifestarse en cambios de comportamiento del adulto mayor, como por ejemplo:
- Aislamiento de amigos y familiares
- Cese de actividades regulares
- Changes in hours of dream
- Ansiedad y temor
Señales de abuso por abandono
- Úlceras por presión (también llamadas heridas de la cama)
- Bajas condiciones de higiene
- falta de asistencia medica
- Pérdida súbita de peso
Señales de abuso financiero
- Cambios arrepentidos en designación de beneficiarios de testamentos
- facturas impagas
- Firmas fraudulentas en documentos
- Cambios en hábitos de compra
Los numeros
La mayoría de los estudios de abuso a adultos mayores excluyen a personas que residen en instituciones. Sin embargo, estudios (enlace en inglés) correspondientes al año 2019 indicaron que los casos de abuso a ancianos perpetrados por empleados en asilos son “muy comunes” y que entre 74 y 87% de ancianos residentes de hogares experimentaron alguna forma de abuso, según reportaron. sus familiares.
Debido a que el número de familiares que respondieron esta encuesta es bajo, el abuso que reportan estas cifras podría ser mucho mayor o menor. Aun así, dan cuenta de un problema que muchas veces está tapado por la poca socialización o demencia de algunos adultos mayores. Efectivamente, el aislamiento social y las discapacidades mentales hacen a los adultos mayores especialmente vulnerables a ser víctimas de abuso.
¿Cómo puedo protegerme o proteger a un ser querido?
Contar con una red de apoyo social es primordial. Tener amigos, familiares o contactos cerca con quienes socializar permite que aquellos que lo rodean o rodean a su ser querido, puedan monitorear su estado y comportamiento. Observe si existe alguna de las señales de alerta mencionadas e indague sobre la situación con su ser querido. Otros medidas que puede tomar en caso de sospechas (enlace en inglés) incluyen hablar con la administración de la institución, buscar cámaras de seguridad, reportar el incidente y mudarse al familiar en peligro.
No olvide que, si bien el abuso de ancianos puede ser un problema silencioso, es posible identificarlo, combatirlo y responsabilizar a los perpetradores.