Los médicos en Texas y en todo el país enfrentan litigios por negligencia médica cuando la atención que brindan no cumple con los estándares médicos generalmente aceptados y sus pacientes sufren lesiones, pérdidas o daños como resultado. Este tipo de demanda a menudo se presenta cuando los médicos no diagnostican una afección médica grave o diagnostican una afección incorrecta. Un diagnóstico tardío o omitido puede resultar en que a los pacientes se les niegue un tratamiento que puede salvarles la vida o que sufran los efectos secundarios de un tratamiento innecesario. Para prevalecer en la corte, los pacientes de negligencia médica deben convencer a un jurado de que otro médico con el mismo conjunto de hechos habría hecho un diagnóstico preciso o más oportuno.
Las consecuencias de las interacciones de medicamentos recetados pueden ser catastróficas, y este tipo de error medico sigue siendo preocupantemente común a pesar de las mejoras en el software utilizado por médicos, hospitales y farmacias. Las operaciones quirúrgicas se controlan de cerca en los hospitales, pero cada año miles de pacientes se someten a cirugías innecesarias, se les realiza un procedimiento incorrecto o desarrollan complicaciones porque se les dejó una esponja o un equipo médico dentro.
Los daños por negligencia médica pueden ser especialmente altos cuando los anestesiólogos cometen errores o las madres o los bebés sufren lesiones graves durante el parto. Estos errores a menudo ocurren porque los anestesiólogos o médicos involucrados carecían de experiencia o no se comunicaban de manera efectiva con otros miembros de sus equipos médicos.
El mayor desafío que enfrentan los demandantes por negligencia médica es establecer que sus lesiones fueron resultado directo del médico o error hospitalario. Esto se debe a que los demandados en estos casos podrían señalar que los demandantes ya estaban enfermos. Los abogados de lesiones personales con experiencia en esta área pueden buscar establecer este vínculo directo llamando a especialistas para que analicen los registros médicos y llamen la atención sobre fallas en el juicio o acciones cuestionables. Luego, los expertos pueden explicar a los jurados cómo se podrían haber evitado las lesiones si no se hubieran cometido estos errores.
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