No pasa un día sin que algún medio de comunicación cite a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Esto se debe a las actualizaciones de COVID-19. Sin embargo, el alcance de los CDC va mucho más allá de los virus, e incluye otros temas como la salud de los viajeros y la preparación para emergencias. También incluye conductas de riesgo tales como conducir distraído y accidentes automovilísticos.
De manera típica, ofrece mucha información como verdad objetiva. Es página de conducción distraída rápidamente señala que ocho personas mueren cada día en los Estados Unidos debido a la conducción distraída. Eso sumó 2800 muertes en 2018: solo una de cada cinco víctimas conducía un automóvil, el resto caminaba, andaba en bicicleta o estaba fuera de un vehículo. Esto estuvo por debajo de un máximo de 3,526 en 2015. También hubo 400,000 víctimas lesionadas por conductores distraídos ese año.
Tres tipos de distracciones
La agencia define la conducción distraída como cualquier actividad que desvía la atención del conductor de la responsabilidad de conducir. Los tres tipos principales de distracciones son:
- Apartando los ojos de la carretera
- No concentrarse en el acto de conducir
- Quitar las manos del volante
El CDC también señaló que el grupo más grande de conductores distraídos dividido por edad eran adolescentes entre 15 y 19 años (particularmente entre los dos años mayores en ese grupo).
Los números no bajan lo suficientemente rápido
La agencia señaló que los estados han sido proactivos en la promulgación de leyes que desalientan la conducción distraída, incluida la prohibición de enviar mensajes de texto mientras se conduce, la implementación de leyes de teléfonos celulares manos libres y la limitación de la cantidad de pasajeros jóvenes que viajan con conductores adolescentes.
Las reglas de tránsito no son suficientes
Si bien hay buenas noticias de los CDC, conducir distraído es un comportamiento riesgoso, con miles de heridos cada día. Las víctimas y sus seres queridos pueden responsabilizar al conductor o a los padres del conductor adolescente presentando una demanda por lesiones personales. Puede ayudar a cubrir la pérdida de ingresos mientras se está sin trabajo y los gastos médicos que no cubre el seguro. Texas también permite a las víctimas citar dolor y sufrimiento físico y mental como parte de los daños.
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