Las etapas de la encefalopatía hipóxico-isquémica, o etapas HIE, clasifican la gravedad de la lesión cerebral resultante de la asfixia al nacer o la privación inicial de oxígeno y flujo sanguíneo durante el parto. Estas tres etapas, típicamente clasificadas como EHI leve, moderada y grave, sirven como marco para evaluar los resultados del desarrollo neurológico y guiar las decisiones de tratamiento.
Cada una de las etapas de la encefalopatía hipóxico-isquémica corresponde a manifestaciones clínicas distintas, que van desde síntomas sutiles, como letargo y mala alimentación en casos leves de EHI, hasta complicaciones graves como actividad convulsiva, coma y disfunción de órganos o cerebro en casos moderados a graves. Casos HIE.
Los profesionales de la salud infantil, especialmente aquellos en una unidad de cuidados intensivos neonatales, utilizan las etapas de EHI para facilitar la intervención temprana de la afección, determinar intervenciones terapéuticas y pronosticar resultados para bebés con EHI. Además, comprender las etapas de la encefalopatía hipóxico-isquémica ayuda a asesorar a las familias sobre las posibles implicaciones a largo plazo y orientar los esfuerzos de rehabilitación.
Se supone que el nacimiento de su hijo es uno de los días más felices de su vida, pero una negligencia médica que causa una lesión en el nacimiento puede arruinar más que solo ese día: puede causar daños graves que durarán toda la vida. Si su hijo ha sufrido una lesión cerebral hipóxica-isquémica como resultado de un error médico, es posible que pueda recuperar una compensación por sus pérdidas. El Abogados de lesiones de nacimiento en San Antonio en Janicek Law puede ayudarle a buscar justicia en nombre de su hijo pequeño.
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¿Qué es la Encefalopatía Hipóxica Isquémica (EHI)?
La encefalopatía isquémica hipóxica (EHI) es una forma de daño cerebral que se produce cuando un bebé no recibe suficiente oxígeno, lo que a menudo se denomina asfixia al nacer. Un diagnóstico de EHI afecta con mayor frecuencia a los recién nacidos justo antes, durante y poco después del nacimiento y es la forma más común de encefalopatía neonatal o daño cerebral en los recién nacidos.
Cuando un bebé no recibe suficiente oxígeno, se dañan las células cerebrales y, finalmente, se produce la muerte de las células cerebrales. Sin una intervención temprana, esta muerte celular puede causar daño neurológico generalizado al cerebro en desarrollo.
Nuestro Abogados HIE San Antonio Tenemos años de experiencia en el manejo de casos de lesiones de nacimiento por encefalopatía neonatal. Si un proveedor médico no reconoció la lesión inicial y no proporcionó un diagnóstico oportuno de HIE, y el HIE de su hijo provocó discapacidades graves, comuníquese con un abogado especializado en lesiones de nacimiento de Janicek Law en San Antonio.
Estadísticas del HIE en Estados Unidos
De acuerdo a un estudio de 2000, la encefalopatía hipóxico-isquémica ocurre en aproximadamente 1 a 4 de cada 1000 nacidos vivos en los países desarrollados. Si bien la lesión cerebral hipóxica-isquémica no es extremadamente común en los países desarrollados, la asfixia perinatal, una de las principales causas de EHI, es también una de las principales causas de muerte neonatal en todo el mundo. Las tasas de mortalidad por EHI varían según los diferentes estudios, pero aproximadamente entre 20 y 501 TP3T de los bebés con EHI mueren temprano en la vida, y el 25-601 TP3T de los supervivientes sufren diversas discapacidades neurológicas.
¿Qué causa la falta de flujo sanguíneo al cerebro de un bebé?
La falta de flujo sanguíneo cerebral hacia un cerebro en desarrollo, que conduce a afecciones como la encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI), puede deberse a varios factores durante el período perinatal. Los factores de privación del flujo sanguíneo cerebral pueden incluir los siguientes:
- Problemas con el cordón umbilical: La compresión o el prolapso del cordón umbilical puede restringir el flujo sanguíneo al cerebro del bebé, reduciendo el suministro de oxígeno.
- Problemas placentarios: El flujo sanguíneo insuficiente a través de la placenta debido a afecciones como el desprendimiento de placenta o la insuficiencia placentaria puede provocar falta de oxígeno en el bebé.
- Hipotensión materna: Una caída repentina de la presión arterial de la madre durante el parto puede disminuir el flujo sanguíneo al cerebro del bebé.
- Ruptura uterina: Esta es una complicación rara pero grave en la que el útero se desgarra durante el parto, lo que potencialmente altera el flujo sanguíneo al bebé.
- Sufrimiento fetal: Los signos de sufrimiento fetal durante el trabajo de parto, como patrones anormales de frecuencia cardíaca, pueden indicar un suministro de oxígeno comprometido al cerebro del bebé y pueden provocar asfixia perinatal.
- Trabajo de parto prolongado: El parto prolongado o el parto difícil pueden aumentar el riesgo de asfixia perinatal.
Los signos de encefalopatía hipóxico-isquémica pueden incluir sufrimiento fetal, tono muscular débil, reflejos neonatales bajos y anomalías del movimiento. Es importante controlar los síntomas del feto y del bebé para minimizar las complicaciones.
Etapas del HIE
Las etapas de la encefalopatía hipóxico-isquémica, o etapas HIE, varían de leves a graves, según la duración y la gravedad de la privación inicial de oxígeno. Un estudio clínico y electroencefalográfico publicado en 1976 describió las tres etapas de la encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI), a las que todavía nos referimos hoy en día. A continuación se detallan esas tres etapas de EHI que pueden padecer los lactantes, según el estudio clínico y electroencefalográfico:
EHI leve
La encefalopatía hipóxico-isquémica leve, comúnmente conocida como EHI leve o EHI en etapa 1, puede causar problemas de conducta leves como:
- Irritabilidad o llanto excesivo
- Somnolencia
- Hiperalerta
- Tono muscular ligeramente disminuido.
- Frecuencia cardíaca rápida o taquicardia.
- Mala alimentación
- Reflejos tendinosos profundos más fuertes.
En el caso de la EHI leve, los síntomas del bebé pueden ser difíciles de distinguir de los comportamientos infantiles normales y, por lo general, desaparecen por sí solos en un plazo de 24 a 72 horas. Menos del 5% de los bebés que padecen EHI leve desarrollan discapacidades graves.
EHI moderada
Los bebés con encefalopatía hipóxico-isquémica moderada, o EHI en etapa 2, pueden sufrir problemas más notorios:
- Letargo o cansancio extremo.
- Apnea u otros problemas respiratorios
- Tono muscular deficiente
- alumnos pequeños
- Diarrea
- Falta de reflejos tendinosos profundos.
- Falta de respuesta a estímulos físicos.
- Piernas extendidas y brazos flexionados.
- Latidos lentos
- Convulsiones dentro de las 24 horas posteriores al nacimiento.
Esta etapa de la encefalopatía hipóxico-isquémica puede durar entre 2 y 14 días, pero el daño cerebral causado por la falta de oxígeno puede tener consecuencias graves para toda la vida. Alrededor del 25-75% de los bebés con EHI moderada sufren una discapacidad grave o mueren a una edad temprana.
EHI grave
La encefalopatía hipóxico-isquémica grave, o EHI grave, designada como etapa 3 de las etapas EHI, significa una afección médica crítica que surge de la asfixia al nacer o la falta de oxígeno en el cerebro, que ocurre con frecuencia durante el parto.
Los síntomas de EHI grave pueden incluir:
- Estupor
- Coma
- Falta de reflejos tendinosos profundos.
- Tono muscular deficiente en todo el cuerpo.
- Respiración errática que a menudo requiere ventilación.
- Ausencia de reflejos neonatales.
- Movimientos oculares irregulares y pupilas dilatadas o que no responden.
- Convulsiones 24-48 horas después de la lesión inicial del bebé
- síntomas que sugieren edema cerebral
- Arritmia
- Hipertensión
Aproximadamente el 75% de los bebés que reciben este diagnóstico de EHI desarrollan una discapacidad grave o mueren temprano en la vida. La EHI grave puede inducir alteraciones neurológicas profundas y duraderas en los bebés afectados. La EHI en etapa 3 se caracteriza por un deterioro sustancial de la función cerebral, que puede provocar convulsiones, coma, falta de reflejos tendinosos profundos, falta de tono muscular, latidos cardíacos irregulares o la muerte.
Los bebés diagnosticados con EHI grave a menudo enfrentan un pronóstico incierto, con muchas complicaciones duraderas de por vida, como retrasos en el desarrollo, deterioro cognitivo, déficits motores, parálisis cerebral y cuadriplejía. La intervención temprana con tratamiento intensivo es imperativa para mitigar el alcance del daño cerebral y mejorar las perspectivas a largo plazo para estos bebés.
Progresión de las etapas de la encefalopatía hipóxico-isquémica
Falla de energía primaria
El flujo sanguíneo entrega nutrientes cruciales como oxígeno y glucosa al cuerpo, especialmente al cerebro, para obtener energía. En la encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI), la falla de energía primaria priva al cerebro de estos nutrientes, lo que lleva a una deficiencia de trifosfato de adenosina (ATP). Esta falla de energía primaria desencadena la producción de ácido láctico, lo que provoca inflamación del cerebro y altera la bomba de sodio-potasio, lo que permite que el exceso de calcio ingrese a las células cerebrales. Esta cascada conduce a la muerte de las células cerebrales, la fragmentación del ADN y la restricción del flujo sanguíneo. La EHI de moderada a grave también produce disfunción multiorgánica debido al daño oxidativo, a menudo exacerbado por la presión arterial baja en aproximadamente el 62% de los casos.
Muerte celular
Durante el fallo de energía primaria se producen dos formas de muerte celular: necrosis y apoptosis. La muerte celular por necrosis implica inflamación y ruptura de las células, lo que lleva a la destrucción de la membrana celular y la liberación de su contenido, provocando inflamación. Este tipo es más común en la EHI grave.
Por otro lado, la apoptosis implica la contracción y muerte celular sin daño o inflamación de la membrana. Si bien la apoptosis es menos dañina, ambas formas pueden afectar el desarrollo normal del cerebro y provocar una lesión cerebral permanente.
Periodo latente
El período de latencia de la encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI) representa un período de recuperación observado en pacientes con EHI de moderada a grave. Implica la restauración del flujo sanguíneo al cerebro y normalmente dura de una a seis horas. Esta fase presenta una ventana óptima para la intervención terapéutica si la unidad de cuidados intensivos neonatales lo considera apropiado para el bebé.
Si bien la sangre, el oxígeno y los nutrientes se reintroducen en los tejidos cerebrales durante esta fase, el daño causado por la falla de energía primaria persiste y persisten procesos como la neuroinflamación y las reacciones de muerte celular. En última instancia, el período latente pasa a una falla energética secundaria.
Falla de energía secundaria
La falla de energía secundaria generalmente ocurre entre seis y 48 horas después de la fase aguda en casos de EHI de moderada a grave, lo que a menudo resulta en daños más graves en comparación con la falla de energía primaria. Sin embargo, la gravedad de la lesión inicial influye en el alcance del impacto de esta fase.
Durante la insuficiencia energética secundaria, el cerebro experimenta reperfusión o hiperperfusión, caracterizada por un flujo sanguíneo excesivo. Los mecanismos de esta fase, que incluyen la angiogénesis, la vasodilatación cerebral (un efecto sobre el flujo sanguíneo cerebral), el estrés oxidativo, la excitotoxicidad y la inflamación, contribuyen a que se produzcan más lesiones.
Manejar el estrés oxidativo es un desafío debido al mayor consumo de oxígeno después del nacimiento. La excitotoxicidad puede provocar alteraciones a largo plazo en la audición, la visión, la función somatosensorial, el aprendizaje, la memoria y el desarrollo infantil.
El daño de esta fase exacerba la muerte celular y prepara el escenario para la lesión de otros órganos.
Fase terciaria de EHI de moderada a grave
La fase terciaria ocurre en las semanas y meses posteriores a la falla energética secundaria, durante las cuales el estado de alerta del bebé puede mejorar gradualmente aproximadamente de cuatro a cinco días después de la lesión inicial, y se inician los procesos de reparación y remodelación del cerebro.
Sin embargo, el daño cerebral puede persistir durante meses o años. El desarrollo normal del cerebro en la primera infancia implica un rápido crecimiento neuronal y sináptico a medida que el niño aprende y se adapta, facilitado por la plasticidad neuronal. La EHI de moderada a grave puede obstaculizar el desarrollo neuronal y reducir la plasticidad, lo que provoca daño cerebral continuo y deterioro del desarrollo. Los niños afectados por EHI de moderada a grave pueden experimentar una reducción persistente del tono muscular y dificultades para alimentarse, lo que a menudo requiere alimentación por sonda durante semanas o meses.
Tratamientos de lesiones cerebrales neonatales
Un diagnóstico de EHI puede dar miedo, pero existen formas de tratarla eficazmente y prevenir un daño cerebral grave. Uno de los tratamientos mejor establecidos y eficaces para una lesión cerebral neonatal como la encefalopatía hipóxico-isquémica es la hipotermia terapéutica, comúnmente conocida como terapia de enfriamiento o hipotermia de todo el cuerpo.
La hipotermia terapéutica durante el período neonatal implica reducir cuidadosamente la temperatura corporal del bebé durante un período específico para reducir la inflamación, el estrés metabólico y otros síntomas de la encefalopatía neonatal. En ensayos clínicos, se ha demostrado que la hipotermia terapéutica mejora los resultados neurológicos y disminuye la gravedad de las discapacidades cuando se usa en las primeras horas después del nacimiento.
Además de la hipotermia de todo el cuerpo, otras opciones de tratamiento de apoyo pueden ayudar a mantener las funciones vitales. Estos tratamientos pueden incluir medicamentos anticonvulsivos, un tubo de respiración para mejorar la respiración, medicamentos para la presión arterial y más.
Si bien los proveedores médicos coinciden en que estos tratamientos son necesarios, pueden provocar una disminución de la función renal y hepática, coágulos sanguíneos y malestar infantil si no se controlan adecuadamente.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo de la EHI?
La encefalopatía hipóxico-isquémica neonatal puede tener consecuencias duraderas que impactan significativamente la vida de un niño a medida que crece. Estos efectos a largo plazo pueden manifestarse de diversas formas, afectando diferentes aspectos de su desarrollo físico, cognitivo y emocional.
Pobres habilidades motoras
Dependiendo de la gravedad y la ubicación del daño cerebral, los niños que han experimentado EHI pueden presentar dificultades de coordinación, fuerza muscular y equilibrio. Esto puede manifestarse como desafíos en actividades como caminar, gatear y tareas de motricidad fina como escribir o abotonarse la ropa. La fisioterapia y la rehabilitación suelen ser necesarias para abordar estos déficits de habilidades motoras, ayudando a los niños a recuperar la mayor independencia funcional posible.
Desarrollo cognitivo
La HIE también puede causar deterioro cognitivo, lo que provoca problemas de aprendizaje y retrasos en el crecimiento intelectual. Los niños afectados por EHI pueden tener dificultades con tareas que requieren memoria, atención, resolución de problemas y rendimiento académico. Además, los bebés que padecen EHI pueden desarrollar parálisis cerebral, una forma de desarrollo cerebral anormal que puede causar discapacidades de por vida. Si su bebé desarrolla parálisis cerebral debido a negligencia médica, tiene motivos para comunicarse con un Abogado de parálisis cerebral de San Antonio en Janicek Law.
Problemas de conducta
Debido a los deterioros cognitivos relacionados con la encefalopatía hipóxico-isquémica, los niños que padecen EHI a menudo presentan ciertos problemas emocionales y de comportamiento, como ira, agresión, frustración y dificultades relacionadas con la atención. También pueden experimentar ansiedad, depresión o hiperactividad y tener problemas para interactuar con otros en entornos sociales. Las terapias conductuales, el asesoramiento y un entorno de apoyo pueden ayudar a controlar y abordar estos problemas para mejorar la calidad de vida general y el funcionamiento social del niño.
Problemas de visión y audición
La EHI también está relacionada con un mayor riesgo de problemas de visión y audición. El daño cerebral resultante de la falta de oxígeno puede afectar los nervios ópticos y las vías auditivas, lo que resulta en discapacidad visual o déficit auditivo. Los niños con un diagnóstico de EHI pueden necesitar evaluaciones periódicas de la vista y la audición, junto con intervenciones como anteojos o audífonos, para abordar estos problemas.
Epilepsia
La epilepsia es otra consecuencia común a largo plazo de la EHI, pero es particularmente frecuente en casos de EHI de moderada a grave. Después de un episodio de privación de oxígeno, el cerebro es más vulnerable a la actividad convulsiva. Los niños con epilepsia relacionada con EHI pueden experimentar convulsiones recurrentes que pueden ser difíciles de controlar y pueden afectar su calidad de vida.
¿Se puede demandar por HIE?
Sí, en determinadas situaciones, puede demandar a los profesionales médicos por el HIE de su hijo. La encefalopatía hipóxico-isquémica puede ser causada por errores médicos, como traumatismos en el parto y complicaciones del cordón umbilical. No sólo eso, sino que la condición del bebé puede progresar y empeorar sin una intervención médica oportuna. Esto puede provocar fácilmente una lesión cerebral permanente o incluso una muerte por negligencia.
Cuando los recién nacidos sufren EHI como resultado de un error médico, ya sea por parte de profesionales médicos en el trabajo de parto y parto o en la unidad de cuidados intensivos neonatales, los padres del recién nacido pueden presentar una demanda por negligencia médica contra el profesional o profesionales responsables de las lesiones de su hijo.
Es importante tener en cuenta que no todos los casos de HIE son el resultado de negligencia médica, por lo que es importante revisar su posible reclamo con un Abogado de negligencia médica en San Antonio quién puede ayudar a determinar la elegibilidad. Pueden evaluar su situación por cualquier acto de negligencia y construir un caso en su nombre para que pueda recuperar una compensación por sus pérdidas.
Demostrar negligencia en un caso de lesiones de nacimiento
Para presentar un reclamo por negligencia médica con éxito, un abogado debe poder demostrar que uno o más proveedores médicos cometieron un acto de negligencia. Esto se puede hacer estableciendo los cuatro elementos de negligencia, que incluyen:
- Un deber de cuidado: la responsabilidad de proporcionar al paciente un nivel mínimo de cuidado.
- Un incumplimiento del deber: no proporcionar al paciente la atención mínima
- Causalidad: un vínculo entre las pérdidas del paciente y el incumplimiento de la atención
- Daños: cualquier pérdida que sufrió el paciente como resultado del incumplimiento de la atención
En el caso de la encefalopatía hipóxico-isquémica, un profesional médico no debe cumplir con el estándar de atención esperado, generalmente al:
- No controlar adecuadamente al feto antes del nacimiento.
- No realizar un seguimiento adecuado de la madre antes del nacimiento.
- No tratar las infecciones maternas antes del nacimiento.
- Cometer un error en el proceso de entrega
- No realizar intervenciones quirúrgicas oportunas como una cesárea
- No proporcionar intervenciones terapéuticas oportunas como la terapia de enfriamiento
- No evaluar y tratar adecuadamente al bebé en el primer mes de vida.
Para probar esto, los abogados recurrirán a otro profesional médico en el mismo puesto con habilidades similares que pueda testificar sobre lo que harían en la situación dada. Esto puede establecer una base de atención, y si el profesional médico acusado de negligencia no cumple con este estándar de atención, se le puede considerar negligente.
Los abogados también reunirán pruebas que ilustren el alcance de las pérdidas de la víctima, lo que puede ayudar a garantizar que reciban una compensación por todas las pérdidas pasadas, así como por sus pérdidas futuras. Por ejemplo, si el bebé de la víctima desarrolló parálisis cerebral como resultado de una EHI moderada, la víctima puede reclamar daños y perjuicios como gastos médicos, gastos de fisioterapia y el costo de cualquier equipo de asistencia que su hijo necesite como resultado de su condición.
Demostrar negligencia en un caso de lesiones de nacimiento es un proceso legal complejo que requiere una investigación exhaustiva, testimonio de expertos y una presentación convincente de pruebas. Por eso es tan importante encontrar un equipo legal dedicado quién puede investigar su situación y construir un caso en nombre de usted y su hijo.
Daños por lesiones de nacimiento
Los padres de niños con encefalopatía hipóxico-isquémica pueden sufrir una serie de daños económicos y no económicos como resultado de las lesiones personales de sus hijos. El monto de la compensación que una víctima puede recuperar en una demanda por negligencia médica a menudo reflejará las circunstancias que rodearon la lesión al nacer y las consecuencias a largo plazo para los bebés con EHI.
Los padres de niños con encefalopatía hipóxico-isquémica pueden recuperar una indemnización por daños económicos como:
- Gastos médicos;
- Gastos de fisioterapia;
- Gastos de asesoramiento;
- Salarios perdidos;
- Equipo de asistencia;
- Modificaciones en el hogar por la condición del niño;
- Gastos de atención domiciliaria;
- Gastos de funeral y entierro en caso de muerte por negligencia. Para obtener más información sobre este tipo de daños, comuníquese con un Abogado de muerte por negligencia de San Antonio hoy.
Los padres de niños con encefalopatía hipóxico-isquémica pueden recuperar daños no económicos como:
- Estrés emocional
- Pérdida del disfrute en la vida.
- Incapacidad permanente
- Desfiguración
- Dolor y sufrimiento
Abogados de lesiones de nacimiento de San Antonio para reclamaciones por lesiones cerebrales hipóxicas-isquémicas
Si su hijo ha sufrido una lesión de nacimiento, el experimentado equipo legal de Ley de Janicek está aquí para ayudarle a recorrer el complejo y, a menudo, emocionalmente desafiante viaje que le espera. Nuestros dedicados abogados de lesiones de nacimiento de San Antonio tienen un profundo conocimiento de varios casos de lesiones de nacimiento, incluidos aquellos relacionados con encefalopatía hipóxico-isquémica, parálisis cerebral y otras lesiones relacionadas con EHI.
Revisaremos los detalles de su caso, responderemos sus preguntas y le brindaremos una comprensión clara de sus opciones legales. Juntos, podemos trabajar para responsabilizar a las partes responsables por el daño causado a usted y a su hijo.
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