Una situación de abuso o negligencia contra adultos mayores puede manifestarse de muchas maneras, no solamente físicas. Aquí le ofrecemos un listado con las preguntas más comunes que las familias tienen, y las respuestas que pueden orientarle sobre cómo buscar una solución.
¿Cómo puedo saber si un ser querido es víctima de abuso o negligencia en un asilo?
Algunas señales (enlace en inglés) que alertan la existencia de diferentes tipos de abuso son:
- Físico: pérdidas de peso abruptas, falta de higiene y asistencia en necesidades diarias básicas, moretones, cortes u otras heridas.
- Emocional o de comportamiento: aislamiento de amigos y familia, miedo, ansiedad, abandono de actividades usuales, cambios en hábitos de sueño.
- Financiero: firmas fraudulentas, cambios abruptos en gastos, falta de pago de facturas, acumulación de deuda.
¿Qué debo hacer si creo que mi familiar es víctima?
Si usted o un allegado es víctima de abuso o negligencia puede beneficiarse haciendo lo siguiente (enlace en inglés):
- Hablar con alguien cercano: Si quien vive la situación es un familiar, trate de encontrar un momento en privado donde pueda abrirse con usted y darle detalles de lo que está pasando.
- Hable con los administradores de la institución y exija cambios. Es muy probable que el personal niegue la situación de abuso y negligencia. Si esto ocurre, usted puede también solicitar ayuda a agencias de protección, más adelante en este artículo encontrará datos de contacto de estas, o un abogado.
- Instalar “cámaras de abuela” para monitorear la situación también puede ser una buena opción. Tenga en cuenta que deberá comunicar y recibir autorización de la institución para esto.
- Busque otra institución
¿Cuáles son los efectos a largo plazo?
La mayoría de las lesiones físicas sanan con el tiempo. Sin embargo, algunos daños físicos y psicológicos producto de abuso o negligencia pueden perdurar, o causar un fuerte daño a las finanzas o las relaciones de la víctima. Una consecuencia común de abuso es la depresión y el miedo. Muchas víctimas también se culpan a sí mismas de lo que les está pasando.
¿A dónde debo reportar el incidente?
Si usted o alguien que conoce está en peligro inminente, llame al 911.
En Texas, específicamente usted puede comunicarse con el Departamento de Salud y Servicios Humanos al 800-458-9858 de lunes a viernes de 7am a 7pm para reportar abuso o negligencia contra adultos mayores o personas con capacidades diferentes.
Otra agencia que puede asistir (enlace en inglés) es el Centro Nacional de Abuso a Mayores. Usted puede llamar al “Localizador de Cuidado para Mayores” (en inglés Eldercare Locator) durante días hábiles al 800-677-1116.
¿Quiénes pueden ayudar?
Claramente, los profesionales médicos son los primeros que deben consultarse si la salud física se ha visto afectada por la situación. Recuerde que aunque las lesiones no sean evidentes como moretones o heridas específicas, es buena idea hacer análisis para verificar el estado de salud en general. Especialmente si se sospecha que existió negligencia en materia de administración de medicación o de alimentación y nutrición en general.
Como mencionábamos anteriormente, una situación de abuso puede crear consecuencias psicológicas que ameriten una consulta con profesionales de la salud mental.
Un abogado puede ayudarle a conocer que acciones legales son posibles contra la institución responsable. No solo para conseguir una compensación por el daño causado sino también para prevenir que otros adultos mayores sean víctimas de abuso o cuidado negligente.
Finalmente, no olvide que usted mismo como víctima o ser querido que sospecha la existencia de abuso es el primero que necesita actuar para que se conozca y detenga esto.
Si usted o alguien allegado está atravesando este problema, sepa que esto no es su culpa y que no está solo. Cualquiera sea la situación o el tipo de abuso, y sea usted o un ser querido quien esté sufriendo, una cosa es cierta: el abuso no se detendrá por sí solo. Remítase a los números de contacto mencionados aquí y pida ayuda.